Las fábulas son textos moralizantes y, por lo tanto, son paraliterarios.
Las fábulas tienen un
sentido moral e intelectual, con una moraleja explícita. Protagonizadas por animales u objetos, que presentan
características humanas como
el habla, el movimiento, etc.
El tiempo ha hecho que muchas de las fábulas se hayan cambiado y simplificado
para contárselas a los niños como historias sin las características y funciones de las fábulas originales.
Alguna de sus características principales son:
· Esencialmente
ofrece un contenido moralizante o didáctico.
· Siempre
contiene una moraleja. En las más antiguas se encuentra escrita al final del
texto.
· Generalmente
es una pieza muy breve y con pocos personajes.
· Posee una
gran inventiva, riqueza imaginativa y de colorido.
· Es
inverosímil.
· Su
exposición de vicios y virtudes es maliciosa, irónica.
· Generalmente
sus personajes son animales a los que se los humaniza
Para utilizar las fábulas en el aula, pueden ser adaptadas,
como cualquier otro texto folclórico, pero sin cambiar o suprimir las características y funciones que corresponden a la
definición de fábula. Podemos contarles a los niños la fábula sin moraleja y que sean los niños los que saquen sus conclusiones.
Como maestra de educación infantil, considero que se pueden
trabajar las fábulas en infantil,
aunque no es lo más adecuado para
trabajar en infantil, ya que las fábulas suelen tener moralejas de realidades adultas y no de lo que
tiene que ser un niño.
Bibliografía
Literatura Infantil (Irune)
Es una buena entrada voluntaria y te la anoto. >Sin embargo no puedo dejar pasar un par de cositas:
ResponderEliminar- Las fábulas son textos moralizantes y, por lo tanto, son paraliterarios. Ya hemos comentado que no son "malos" pero responden a un concepto de literatura infantil ya obsoleto según el cual es imprescindible enseñar a los niños (y a los adultos ya que las fábulas son para todas las edades) los grandes valores morales y la diferencia entre el bien y el mal. Sus temas no son de interés natural en estas edades y solo responden a deseos adultos.
- Hay cuentos y cuentos y hay fábulas y fábulas. Vale que podemos contar la fábula sin moraleja y que sean los niños los que saquen sus conclusiones (recuerda el ejemplo que aparecía en la teoría sobre "Los tres cerditos" y su enseñanza). Pero las fábulas hablan, en muchas ocasiones de realidades adultas que no tienen nada que ver con lo que es, y con lo que TIENE QUE SER un niño.
Te pongo dos ejemplos:
La lechera es una chica que sueña lo que hará con el dinero que saque con la leche. Eso es lo que percibe un niño. Pero el cántaro se cae y ella pierde la leche, el dinero y sus sueños. ¿Qué enseñanza saca un niño de Infantil de "La lechera"? ¿Que no debemos soñar sino aferrarnos a la realidad? Pues yo creo que es una enseñanza para adultos, no para niños, ni siquiera para jóvenes.
La cigarra y la hormiga enseña el valor del trabajo frente a la diversión. El trabajo duro y constante es premiado mientras que cantar, la alegría y el disfrute de la vida son castigados. ¿Queremos de un niño de Infantil se convierta en hormiga? ¿tan pronto?
Lo dicho. Ojito con las fábulas y con lo que transmiten. Tenemos que tener claro cómo queremos educar a nuestros niños y estar seguros de que queremos que sigan siendo niños todo el tiempo que sea posible... porque luego llega la vida adulta, que es el momento de aferrarse a las realidades y de trabajar duro.
Gracias Irune, voy a cambiar la entrada, con las anotaciones que me has puesto, para que este correcta.
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